Las huellas más antiguas de poblamiento del territorio de la arquitectura Colombiana en el periodo prehispánico, se encuentran en la región del Tequendama, cerca de Bogotá y datan del siglo XI A.C. El final del periodo se dio a comienzos del siglo XVI y es el momento de la ocupación española del territorio.
Los grupos indígenas que poblaron el territorio colombiano antes de la llegada de los españoles se localizaron principalmente en las zonas montañosas de la región andina central y en la costa del Caribe. La territorialidad estaba ligada directamente a la estructura política, religiosa y económica de las organizaciones indígenas.
San Agustin, Tierradentro, Pueblito y Ciudad Perdida son algunos de los pocos vestigios materiales rescatados construidos por los grupos indígenas existentes en el momento de la llegada de los españoles, quienes introdujeron el estilo barroco en las construcciones del nuevo mundo, caracterizado por la abundancia ornamental tanto dentro como por fuera de las edificaciones religiosas principalmente. En ese periodo se destacó el arquitecto alemán Simón Schenherr quien construyó iglesias de estilo barroco. Un ejemplo es la iglesia de los jesuitas en Cartagena de Indias y la Iglesia de la Encarnación en Popayán.
El periodo colonial es el comprendido entre el comienzo de la ocupación española del territorio colombiano hasta 1819, cuando se Colombia se constituyó República. La ocupación del territorio colombiano se hizo efectiva a comienzos del siglo XVI, cuando se organizaron las primeras expediciones exploratorias de la costa Caribe, se establecieron bases provisionales y se realizaron incursiones repetidas con el fin de obtener oro y esclavos para trasladar a Santo Domingo o al continente europeo. Se caracterizó por las iglesias, con su lenguaje espacial de naves, capillas, bóvedas, cúpulas y campanarios, continuaban la tradición establecida desde los principios de la cristiandad. En cuanto a la arquitectura doméstica, las casas neogranadinas, construidas como estancias alrededor de uno o varios patios, reflejaban no solamente la proveniencia andaluza o extremeña, sino al mismo tiempo la herencia árabe, la romana y la griega.
Las concepciones urbana y arquitectónica implantadas por los españoles correspondieron con una manera de entender la vida pública, la religión y la vida privada y de organizar sus relaciones en el espacio de la ciudad. En lo urbano se empleó el trazado en cuadricula de manzanas y calles con un centro espacial y simbólico en la “plaza mayor”. A este urbanismo se asociaron las obras de arquitectura religiosa, civil, militar y de vivienda usualmente conocidos como coloniales. Aquí se distingue el patio, central o lateral, como el elemento articulador de las viviendas, conventos y edificaciones civiles. Además, se sumaron la mampostería en adobe, ladrillo y piedra, estructuras en madera para las cubiertas en teja de barro.
La arquitectura republicana tiene que ver con la formación de la nueva república, la expresión plástica y constructiva de los ideales políticos y sociales de la naciente nación. Fue influenciada por el estilo republicano europeo urbano para vivienda y monumentos.
Los parámetros de diseño arquitectónico se tomaron de otras naciones europeas como Inglaterra y Francia, de donde llegaron arquitectos con sus técnicas constructivas y nuevos materiales como el concreto reforzado para plasmar una nueva imagen en las ciudades colombianas, dominadas por la arquitectura colonial y la madera como material más utilizado.
Uno de los ejemplos de la arquitectura Republicana es el Capitolio Nacional, ubicado en la ciudad de Bogotá. Su estructura está hecha en piedra de cantería y su construcción tardó 80 años (1847 – 1926).
La arquitectura moderna se dio entre los años 1945 y 1970 y las edificaciones denotan orden y sobriedad formal. En su conjunto hacen uso del mecanismo de repetición con variaciones, que recuerda el valor de las ciudades tradicionales, donde la unidad urbana se impone sobre las diferencias entre los edificios.
La universalidad, legitimidad y autenticidad son características de la modernidad arquitectónica en Colombia. Esta arquitectura nación en Bogotá y ha seguido prosperando.
La arquitectura actual se ha venido dando desde 1970 hasta ahora. En esta arquitectura el gobierno adopta importantes medidas financieras con el fin de colocar la industria de la construcción como motor de desarrollo económico, aumenta verticalmente la cantidad de edificaciones, a la vez que los sistemas se racionalizan y modernizan.
Los edificios anónimos y previsibles y grandes conjuntos exóticos, diseñados en serie, son los que invaden durante los años 70 a los paisajes urbanos colombianos.
Durante los últimos años en nuestro país se ha hecho visible un interés por el espacio público y por la recuperación del patrimonio del pasado, buscando crear condiciones de vida más amables para el ciudadano y atenuar el deterioro ambiental de las transformaciones vertiginosas.